1861-1930

Nació en Brava (Cabo Verde). Autodidacta, funcionario público, periodista y polemista. Dramaturgo, prosista y poeta. Paradigma del sentimiento criollo, autor de un sinnúmero de mornas, el son caboverdiano por antonomasia.

Oh mar eterno sin fondo

sin fin

Oh mar de turbias olas

¡Oh mar!

De ti y de las bocas del mundo

hasta mí

sólo vienen dolores y desgracias

¡Oh mar!

 

Qué mal te hice yo, oh mar, oh mar

que al verme te pones a jadear, a jadear

quebrando esas olas tuyas

contra las rocas desnudas

 

Deja tu enfado un momento

Escucha

la voz de mi sufrimiento

en la lucha

que el amor enciende en mi pecho

deshecho

de tanto amar y penar

¡Oh mar!

 

Que hasta parece, oh mar, oh mar

un corazón jadeando, jadeando

en olas por acantilados

sus pesares quebrando

 

Tráeme noticias de mi amor,

amor,

que un día los vientos del cielo

¡oh dolor!

en sus brazos furiosos

llevaron

y a mi sonrisa, envidiosos,

robaron

 

No volvió ya a su hogar, su hogar

No lo vi ya más, oh mar, oh mar

Mar fría sepultura

de esta alma mía oscura

 

Me robaste la luz querida

del amor,

y me dejaste sin vida

en el horror

Oh alma de la tempestad,

amansa,

no me lleves la saudade

y la esperanza

 

Que esta saudade es quien, quien

me ampara, tan fiel, fiel

Es como la dulce madre

suavísima y cruel

 

Penas de esta aflicción

que agita

mi infeliz corazón,

bendita,

bendita sea la esperanza

que todavía

me va prometiendo bonanza

¡Tan bonita!

Mornas

© Instituto Camões, 2002