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Introducción |
l azulejo es una de las expresiones culturales de mayor impacto en Portugal y una de las contribuciones más originales del genio portugués a la cultura universal.
El azulejo, en Portugal, ha sobrepasado ampliamente su mera función utilitaria o su destino dentro de las artes decorativas para alcanzar el estatuto trascendente de Arte, como intervención poética en la creación arquitectónica y urbana.
La elección del azulejo como tema para la divulgación internacional de uno de los aspectos de la cultura portuguesa, llevada a cabo por parte del Instituto Camões, ha sido acertada y oportuna. El Museo Nacional del Azulejo se ha empeñado en la tarea, apoyando científicamente esta producción.
La existencia de un Museo Nacional del Azulejo en Lisboa deja bien patente el valor de este arte en Portugal, no sólo por el inmenso patrimonio existente a lo largo y ancho del país, así como en las antiguas partes del Imperio, desde Brasil a la India, pasando por las diversas latitudes de África, sino también por lo que representó y sigue representando en la actualidad, como manifestación de la inteligencia práctica y la sensibilidad portuguesas.
El Museo Nacional del Azulejo es hoy en día uno de los museos de cerámica más importantes del mundo, y constituye, más que una mera coleccion de azulejos, una tarjeta de visita de Portugal, un estímulo para ir al encuentro de los conjuntos monumentales en sus enclaves originales, que es, sin duda, la mejor manera de entender la relación profunda entre el azulejo, la arquitectura y la ciudad.
El Museo Nacional del Azulejo funciona como un centro de estudios de cerámica, especialmente de revestimientos arquitectónicos. Para ello resulta fundamental la investigación en Historia del Arte y de la Cerámica, y en la catalogación, conservación y restauración del azulejo.
Así como desde el Museo Nacional del Azulejo de Lisboa continuaremos promoviendo la visita de las obras en azulejo que salpican la geografía nacional, hago votos para que esta exposición también sea un acicate para el mejor conocimiento de los fascinantes revestimientos de azulejos portugueses, o sea de ellos una evocación eficaz, llegada desde lejos.
Paulo Henriques
Director del Museo Nacional del Azulejo
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