Siglo XX
La renovación de los años 50:
los dibujantes de azulejos
a vía de recuperación del quehacer cerámico abierta por Jorge Barradas (1894-1971) permitió que los artistas más jóvenes se interesasen por la pintura sobre azulejo, como ocurrió con Manuel Cargaleiro (1927); permitió explorar las posibilidades estéticas de la plasticidad del barro y del azar inherente al manejo de los materiales, como se percibe en las planchas de revestimiento que Querubim Lapa (1925) realizó a finales de los 50 y en las décadas siguientes; así mismo, motivó la aplicación de un pensamiento visual moderno a la cerámica de revestimiento, como bien ilustran los trabajos desarrollados por Cecília de Sousa (1937) y Manuela Madureira (1930), entre otros.
En Oporto, el pintor Júlio Resende (1917) lleva a cabo desde 1958, en sintonía con proyectos de arquitectura moderna, una importante actividad como ceramista: composiciones figurativas sobre azulejos, placas cerámicas o, como punto culminante, su inmenso mural titulado «Ribeira Negra», de 1985.
Estación «Anjos», Metropolitano de Lisboa
Maria Keil, Lisboa, 1965.
fotografía: Paulo Cintra y Laura Castro Caldas
Estudio para una pared de la estación «Alameda», Metropolitano de Lisboa, Maria Keil, Lisboa, 1971.
fotografía: Paulo Cintra y Laura Castro Caldas
Parador Nacional de Santa Catarina,
Júlio Resende, Miranda do Douro, 1959.
fotografía: Carlos Monteiro (DDF-IPM)
Edificio con azulejos en serie,
José Carlos Loureiro, Porto, 1958.
fotografia: Paulo Cintra et Laura Castro Caldas
Mural de la Avenida Infante Santo,
Maria Keil, Lisboa, 1956 · 1958.
fotografía: (DDF-IPM)
© Instituto Camões, 2000