En la igualdad del torrente, un sólo árbol,
palabras y piedras acogiendo
una cabeza al ritmo de las olas,
y una sombra oval sobre las espaldas,
respirando lentamente el aire redondo,
los reflejos en las ramas, semejanzas
de un soplo, los anillos del día,
sin fin ni centro la inacabada arca
que sobre el mar, errante, es la permanencia.
Acordes
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